Existen ciertos hábitos que dañan el pelo y que muchas personas practican sin conocer las terribles consecuencias que pueden tener en la salud capilar.
Y hablamos de cosas que pueden debilitar los folículos capilares, reducir el brillo y la vitalidad del cabello, provocar una caída excesiva e incluso alteraciones en el cuero cabelludo.
De hecho, muchos de estos hábitos son también los causantes de distintos tipos de alopecia.
Descubre a continuación los 7 hábitos que dañan el pelo…
Desvelamos las prácticas más comunes que podrían estar perjudicando la salud de tu pelo, quizás sin que tú lo sepas.
1. Lavado excesivo
Aunque puede parecer contradictorio, lavar el cabello todos los días puede ser perjudicial.
El lavado excesivo puede eliminar los aceites naturales que protegen y mantienen el cabello hidratado, dejándolo seco y propenso a la rotura.
Por regla general, se recomienda lavar el cabello cada dos o tres días, dependiendo de tu tipo de cabello, estilo de vida y la temporada en la que te encuentres ya que el pelo no se comporta igual en verano que en invierno.
2. Peinados tirantes
Los peinados que tiran del cabello, como las trenzas apretadas, colas de caballo, moños o el uso de extensiones de cabello, pueden causar una condición conocida como alopecia por tracción.
Conoce aquí qué tipos de alopecias son más frecuentes >>
La tensión constante de los peinados tirantes puede causar inflamación del folículo piloso y, en última instancia, daño permanente que impide el crecimiento del cabello.
Los signos tempranos de alopecia por tracción pueden incluir dolor en el cuero cabelludo, picazón, pequeñas protuberancias y enrojecimiento en zonas como las patillas, sienes o frente.
Con el tiempo, la tensión continua puede llevar a la rotura del cabello y la formación de áreas de calvicie o adelgazamiento en el cuero cabelludo en las zonas antes mencionadas.
Si quieres evitar la alopecia por tracción te recomendamos evitar los peinados que causen tensión en el cuero cabelludo o cambiar regularmente la dirección o la posición de los peinados tirantes.
Por otro lado, es importante tratar los primeros signos de alopecia por tracción lo antes posible para prevenir daños permanentes en los folículos pilosos, así que, si notas señales de este tipo de alopecia acude inmediatamente a un profesional de la salud capilar.
3. Abuso de herramientas de calor y tratamientos químicos
Otro de los hábitos que dañan el pelo es el uso frecuente de secadores de pelo, planchas o rizadores, ya que el calor que desprenden estas herramientas daña la cutícula del cabello, dejándolo seco y quebradizo.
Del mismo modo, la aplicación constante de tintes para el cabello, tratamientos químicos de alisado y otros productos químicos agresivos, pueden debilitar la estructura interna del cabello, provocando daños a largo plazo que pueden ser difíciles de reparar.
Por lo tanto, es fundamental que le des a tu cabello descansos regulares de estos tratamientos agresivos para permitirle recuperarse.
Además, cuando decidas utilizar estas herramientas y tratamientos, asegúrate de usar productos de protección contra el calor y otros productos diseñados para minimizar el daño.
También es importante que los cambios de color y la aplicación de productos sean realizados por expertos.
4. Exceso de tabaco y alcohol
El consumo excesivo de sustancias como el tabaco y el alcohol puede tener un impacto negativo significativo en la salud y vitalidad de tu cabello.
Estos hábitos perjudiciales, especialmente cuando se llevan a cabo de manera continua y a largo plazo, pueden interferir de manera directa con la absorción adecuada de nutrientes esenciales necesarios para mantener un cabello saludable.
Además, pueden debilitar los folículos pilosos, que son la base fundamental para el crecimiento del cabello. Esto puede, a su vez, conducir a problemas más serios como la pérdida de cabello.
Así que, ¡sí! Moderar o eliminar estos hábitos también es importante para mantener un cabello sano y fuerte.
5. Estrés
El estrés crónico es un factor relevante que puede desencadenar la pérdida de cabello.
Cuando experimentamos estrés de manera prolongada, nuestro organismo responde produciendo una hormona llamada cortisol. Esta hormona, también conocida como la “hormona del estrés”, tiene la capacidad de interferir con los diversos ciclos del cuerpo, incluyendo el ciclo de crecimiento del cabello.
Además, el estrés también puede causar una condición conocida como efluvio telógeno, que es una forma de pérdida de cabello temporal.
En esta condición, el estrés empuja a una gran cantidad de folículos pilosos a una fase de reposo. Luego de unos meses, estos pelos afectados pueden caerse de manera abrupta cuando se lava o peina el cabello.
6. Dormir con el cabello mojado
Muchas personas no lo saben, pero acostarse con el pelo mojado causa fricción entre el cabello y la almohada, lo que puede resultar en la rotura y daño del cabello.
Además, la humedad atrapada bajo el cuero cabelludo puede crear un ambiente propicio para el crecimiento de hongos y bacterias, lo que puede causar problemas de cuero cabelludo como caspa y picazón.
Por lo tanto, siempre es recomendable secar el cabello de manera adecuada antes de ir a la cama para prevenir estos posibles problemas.
7. No proteger el cabello del sol
¿Te esperabas que el último de los hábitos que dañan el pelo fuese no proteger tu cabello del sol?
Por si no lo sabías, la exposición prolongada al sol puede resecar el cabello y dañar las hebras.
Si planeas estar bajo el sol durante un tiempo prolongado, vamos que todos en el verano lo hacemos, considera usar un sombrero o un producto para el cabello que ofrezca protección UV.
¿Qué hacer si se te está cayendo el pelo?
Si notas que tu cabello está dañado, debes tomar medidas inmediatas para prevenir más daños. Esto incluye eliminar por completo los hábitos que dañan el pelo y optar por alternativas más amigables con la salud capilar.
También es vital que puedas acudir con un profesional para:
- Identificar cuál es el problema
- Establecer una nueva rutina de cuidado adaptada a la situación actual de tu cuero cabelludo y pelo
- De ser necesario, dar inicio a algún tratamiento de regeneración capilar, como la mesoterapia o la bioestimulación capilar.
Por otro lado, es muy recomendable mantener una dieta equilibrada rica en proteínas, hierro, vitamina A y C, y ácidos grasos omega-3, que pueden contribuir a la salud del cabello y, en general, a tu bienestar.
Ahora, ¿qué hacer cuando el daño ya está hecho y tienes zonas con baja densidad capilar e incluso calvicie?
Lo primero es acudir con un profesional de la salud capilar para recibir un diagnóstico correctos y, en consecuencia, el tratamiento adecuado para tu condición, que puede ser:
- Láser de baja potencia en Benidorm: para áreas específicas que necesitan estimulación y regeneración capilar.
- Micropigmentación capilar en Benidorm, Alicante: un tratamiento de mediano plazo que permite proporcionar un aspecto de densidad en zonas concretas (ideal para pacientes que no presentan un problema severo de alopecia).
- Injerto capilar Zafiro FUE en Benidorm: permite que vuelva a crecer cabello en áreas donde ya no crecía, como las sienes, entradas o línea de la frente. Es una solución definitiva, duradera y con resultados naturales.
Recuerda, si tienes dudas o preocupaciones, siempre es mejor consultar a un profesional para identificar la raíz del problema y encontrar la solución correcta.